martes, 21 de agosto de 2012

DIA 67 :: LANCASTER :: PENNSYLVANIA

Los últimos días de nuestra ruta por suerte están siendo tranquilos, y decimos por suerte porque quiere decir que TODO ha salido bien (esperemos que siga así) y sobretodo que nos ha dado tiempo a visitar todo como teníamos previsto, incluso a tener nuestros descansos planeados, y que hemos superado los pequeños imprevistos sin problemas.

Por eso, con la tranquilidad de tener todo hecho, desayunamos y nos preparamos tranquilamente, para pasar el día en Lancaster, la que fue fugazmente capital de este país (solo una noche) y donde se podría situar el epicentro de la comunidad Amish.

El tiempo sigue estando un tanto inestable, pero dada nuestra situación ni si quiera paramos a pensar en él, seguimos con nuestra excuersión de todo el día. Además, a medida que avanzamos por la I-30 el día se arregla, sale el sol, y aunque la temperatura es agradable, salimos a pasear ya en vaqueros y manga larga.

Nuestra primera parada será en el Downtown de Lancaster, donde tenemos una milla cuadrada donde podemos encontrar no solo calles agradables, empedradas y a nuestro entender apacibles, sino también varias cafeterías muy europeas, tiendas de todo tipo y varios museos, todo ello presidido por el mercado central, que no podemos visitar al ser lunes y ser éste su día de descanso.

Paseando por el distrito histórico de Lancaster, nos encontramos con varios pianos, pintados con escenas concretas, hay varios y en distintas ubicaciones públicas. Pertencen a una campaña del ayuntamiento que pretende acercar la música a todo el mundo. Y no solo nos llama nuestra atención, sino que no podemos resistirnos a tocar algunas teclas, aunque solo sea para tocar el cumpleaños feliz....

Abandonamos Lancaster para seguir en dirección oeste, toda la I-30 es un auténtico parque temático de la vida Amish, puedes visitar granjas, comprar recuerdos, muebles, pasteles,...todo relacionado con los Amish (hasta los moteles) y su tipo de vida, que al ser tan tradicional, se sobreentiende que todos sus productos tienen una calidad de la que ya no nos es fácil encontrar.
 Por la zona también hay gente rural sencilla y muchas tiendas de antigüedades. Vistamos algunas, un poco por curisosidad y otro poco por hacer tiempo antes de comer. Y es que hoy es el primer día en el que tenemos claro donde comeremos y será en Millers. 
Un lugar que nació de un matrimonio que mientras él arreglaba caminones (por eso la rececpción es un Ford T), ella hacía algo de comer y parece ser que ella era mejor cocinera que él mecánico pues es una auténtica institución en la zona. Pese a tener una estructura de buffet libre, puedes comer también a la carta, y en cualquiera de los dos casos, la calidad en la comida, presentación y servicio son excelentes. Todas las camareras, en general, de una edad madura, constatemente íban rellenando nuestras bebidas o preguntando si todo íba bien. Todo la comida no sólo está bien servida, sino que cuidan mucho la limpieza, nos encanta, pero tenemos que quedarnos en una terraza en la salida al terminar, y es que hemos comido más de lo legalmente acordado.

A la vuelta a nuestro "chalet" la lluvia hace acto de presencia, como siempre por sólo un par de horas, pero al tener todo montado, nos refugiamos en nuestra "office" del camping, la habitación de la lavandería.



2 comentarios:

  1. Me alegro mucho de que todo esté yendo sobre ruedas, jeje

    V'ssssssssssssssssss

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  2. Alberto.....cuanto tienmpo sin hacer ningún comentario, pensábamos que ya no nos leías, jajajaja La verdad es que sí, todo ha salido muy bien hasta ahora, los contratiempos pura anécdota, esperemos que siga así hasta el final.....

    V'sssssssssssssss

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