El día lo teníamos planeado para disfrutar de la ciudad de Miami, aunque ayer visitamos lo que a nuestro entender era imprescindible, hoy queríamos profundizar la visita, así como involucrarnos más en la vida, en el día a día de este extremo de USA.
Nuestra tranquilidad se hace notar, no solo al saber que solo tenemos que hacer 10 millas pra llegar al objetivo del día (y sin tener que cargar la moto ) sino por no tener que buscar hotel, ya que ayer fuimos trabajadores y tenemos los deberes hechos, con hotel reservado para los próximos días en Orlando, así como entradas para visitar Disney....pero eso ya os lo iremos contando....
A ver, por donde íbamos? Ah sí, nuestra tranquilidad: Se nota que los siguientes pasos los tenemos controlados, y diréis, cuáles? Pues muy sencillo, bajamos a desayunar, apurando la hora, lógicamente, y nos encontramos una pequeña guerra de guerrillas, donde franceses y asiáticos tienen los dos frentes tomados, es decir, tostadora para los bagels y la zona de zumos....Pero no os preocupéis, nos hemos abierto un sendero y hemos conseguido almorzar sin ni siquiera ponernos nerviosos. Pero nuestra tranquilidad seguía intacta al divisar por la ventana el dilubio universal, sí, en Miami diluviando en pleno agosto.
Por suerte, pese a que las nubes están sobre nuestras cabezas desde Dallas, la lluvia nos da suficiente tregua (paró de llover a las 10:30 y no volvió a llover pese a estar el cielo bastante cubierto y haber un calor insosportable) para visitar la ciudad.
Empezamos por Miami Beach, por la parte norte, entrando a las playas de los hoteles y deteniéndos en Lincoln Road, donde nos refrescamos por las numerosas terrazas entre tienda y tienda, las cuales aprovechamos para comprar algunos souvenirs.
Recorremos más tarde Ocean Drive, donde se encuentran numerosos e históricos hoteles de esta ciudad y donde se encuentra el restaurante en que hemos decidido comer...adivináis cual? T.G.I. Friday's!!
Después de comer, ya con la moto, abandonamos la isla de Miami Beach y su Art Dèco para visitar Coconut Groove, el downtown y el Litle Haití para ya acabar en el hotel, ya que tenemos una buena idea de la ciudad y entre la lluvia y el tráfico denso preferimos descansar.
Mañana salimos rumbo a Orlando...!
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