Finalmente sí! Llegó el día de abandonar Bradenton, pero nos da un poco de pena, nos hemos sentido como en casa en este campimg-urbanización con bungalows y casas, donde viven no solo jubilados sino también familias enteras.
Cuando ya teníamos todo recogido, la tentación de volver a la piscina ha sido fuerte, pero tras las debidas despedidas, hemos vuelto a la HW 75 Sur, que nos llevaría hasta Naples, donde, en lugar de seguir hasta Miami por la vía rápida, nos hemos desviado por la 41 Sur, cruzando de pleno todo el parque nacional de los Everglades. Repleto de miradores donde poder pescar y/o ver caimanes (Alligators).
En todo el parque son múltiples las reservas indias, que sobreviven con diferentes negocios turísticos entre los que destacan los típicos paseos en barcas con ventiladores (airboats) tan típicos en la zona, y que tantas veces hemos visto por la tele. Estas embarcaciones son usadas por la facilidad de moverse entre aguas poco profundas, llenas de vegetación que abundan en todo el parque.
Nuestro camino se hace algo largo, son solo 240 millas, pero la 41 se encuentra en obras, que nos retrasan un poco. Por otro lado, la velocidad dentro del parque está limitada a 45 mph.
Finalmente hemos llegado a Florida city, donde teníamos reservado hotel para dos noches, antes de partir para Key West. Y pese a que hemos cruzado Everglades de Noroeste a Sur, mañana será la puerta para visitar justo el interior más profundo.
De momento nos quedamos aquí, refrescandonos en "Robert is here", toda una institución en la zona, donde aprovechan la variada y apetitosa oferta de fruta local para hacer unos batidos ideales para refrescarse, especialmente el de leche con lima.
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