viernes, 27 de julio de 2012

DIA 42 :: NEW ORLEANS :: LOUISIANA

Cuando dormimos fuera de nuestro "chalet" la verdad es que lo notamos, todo tiene sus ventajas y desventajas, pero es cierto que por buenos que sean nuestros colchones, como una cama de verdad no hay nada. Así que, el despertar en Alexandria es lento, ya que el sueño era profundo, pero sabíamos que el día iba a ser tranquilo (o eso pensábamos a esa hora de la mañana ya que al final la noche se hizo larga), son solo 200 millas para llegar al centro de New Orleans, donde ya teníamos reservado un camping de la maravillosa cadena KOA, que realmente están en todos lados (y nos quejamos en España de los Mercadona). De modo que, después de aprovechar el desayuno del hotel, que pese a su poca variedad nos satisface el apetito, ponemos rumbo a la ciudad que vió nacer el Jazz
La carretera, hasta La Fayette es monótona, seguimos con el paisaje del día anterior, pero al llegar a esta población Cajún, nos incorparamos a la I 10, donde los eternos puentes por encima de lagunas se suceden, nos sentimos como si el hombre se hubiera tomado a broma lo de Moisés, abriendo paso a todo vehículo por encima de las aguas en las eternas rectas que nos conducen a New Orlenas.
Nuestra intención, era plantar la tienda, disfrutar de la piscina (la humedad hace que la sensación de calor sea dificil de llevar) y ya arreglados ir a comer y pasear por la ciudad sin prisa hasta que nos cerraran los clubs de jazz, pero no ha sido posible, antes de ponernos los bañadores, el diluvio universal!! No dura más que una hora, pero ya nos descompone el plan, así que solamente nos da tiempo a quitarnos el disfraz de moteros y vestirnos de turistas normales.

Ya en el centro de la ciudad, disfrutamos de un buen ambiente en general, es una de las ciudades en que más turistas hemos visto y donde menos hemos echado de menos la comida española, ya que los bares ofrecen su tapa con la cerveza, chorizo en sus sandwiches, sangría anunciada en terrazas y comida elaborada ( ya sea Cajún o no) no solo hamburguesas y patatas fritas.

Sabemos que la ciudad fue colonia francesa, española y luego inglesa, y eso se palpa en cada esquina en cada edificio del French Quarter, incluso los hoteles tienen banderas de los tres países, los nombres de las calles (Loyola, Luis, Bourbon,...), y al lado del muelle donde atraca el barco de "vapor" que cada noche ofrece cena y jazz en directo mientras navega por el Missisipi, hemos encontrado una plaza, Plaza España (ver fotos).

La parte turística de la ciudad, desde Canal St hasta el parque de Louis Amstrong ofrece muchas cosas más que los bares, pubs y restaurantes. El acuario es digno de visitar, así como todo el lateral del río que puedes cruzar por solo $1, también existen numerosos museos de la historia de la ciudad y es que en esta ciudad no solo nació el jazz, resultado de la fusión de las diferentes músicas africanas que los esclavos mezclaron (era uno de los pocos lugares que los esclavos podían tocar y comprar su propia libertad), sino que fue por muchos años la tercera ciudad de este enorme país, su puerto fue crucial para las mercancias de las materias básicas y es que recordáis que hace más de 30 días ya estuvimos en el Missisipi?? Aquél fue su curso alto, ahora nos encontramos en su desembocadura en el Golfo de México, y es que este enorme río cruza el país de Norte a Sur.
Fuera de la parte turística, es una ciudad más industrializada de lo que pensábamos, más que Chicago o Los Angeles por ejemplo. Y hemos podido ver, aún después de 7 años, parte del resultado del huracán Katrina por la ciudad. Tejados evaporizados, edificios derruidos, y destrozos fuera de lo normal en el suburbio de cualquier ciudad.

Nosotros, disfrutamos de un par de grupos de música con sus correspondientes cervezas antes de irnos a dormir, os dejamos una pequeña muestra...

Nos vemos pronto, pero ya en otro estado, Florida!




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