Hemos abandonado San Francisco buscando el sol californiano, pero no dejamos de atravesar nubes, niebla y frio. El tiempo está loco, es lo contrario a todo lo que es habitual en cada estado por el que hemos pasado...
No obstante, gracias a pequeños intervalos de tiempo en los que el sol se ha dejado ver, hemos podido aprovechar para disfrutar de una agradable comida en el paseo marítimo de Santa Cruz, divisando el horizonte a través del famoso muelle donde descansa un gran movimiento surfero.
Hemos conducido hasta Monterrey, para ver el Circuito de Laguna Seca y acto seguido hemos regresado por la 101 South con dirección a Los Ángeles.
Así mismo, mientras atravesábamos el parque nacional "Los Padres", hemos podido apreciar la majestuosidad del Oceano Pacífico, bordeando los serpenteantes acantilados que hacen de barrera fronteriza de la zona central de California.
Al coincidir con el fin de semana, y al ser un destino veraniego típico, todos los campings que nos habían recomendado estaban llenos, por lo que hemos tenido que continuar la ruta sin destino fijado, mientras iba cayendo la tarde, y la distancia a L.A. cada vez era menor.
Como vemos, la aventura conlleva incertidumbre, y aunque siempre hay salidas, nunca sabes el camino que te deparará cada nuevo día...Tendremos que esperar a mañana para desvelar un nuevo camino, y consecuentemente un destino diferente!!
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